Un duelo entre los que no saben ganar y los que no saben perder

Algunas señales habían encendido alarmas que estuvieron a disposición de todos, desde el arranque del suplementario. Imposible negar que el trámite del “mini-partido”, se encargó de avisar a medida que los minutos avanzaban el saldo del resto físico de los dos se agotaban. Aparecieron piernas jugando el límite de la humanidad del otro, sin medir las consecuencias que en el físico del rival, puede generar un segundo de calentura.

Briasco parió la jugada con una doble gambeta, cambio de frente hacia la izquierda y centro Fabra al pecho de Briasco y zurdazo sobre el palo derecho de Arias. Boca 1-0.
Zurdazo de Rojas a más de 30 metros de distancia y error de Rossi, que voló y tocó una pelota, que apenas cambió la línea recta que dibujó el disparo y entró. Boca 1-Racing 1.

A dos minutos del final del segundo tiempo del suplementario, el reparto de tarjetas rojas de un discutible arbitraje de Facundo Tello, sacó a Boca del partido (9 contra 10) y la muerte anticipada del clásico le entregó la fiesta a Racing. Después el cotillón para “legitimar” la conquista, la calentura de unos y la alegría de otros.

Cinco expulsiones de jugadores de campo del Xeneize, contra dos del equipo de Avellaneda, simbolizan la sensación térmica de un partido, donde lentamente el equipo de Ibarra tomó la decisión de abandonar el juego, mientras la Academia como ante Tigre, mostró un cierre con más fútbol que el rival. Pero el principio del fin, llegó con el provocativo festejo de Alcaraz del 2-1, de cara a la hichada rival, cuando el resultado parecía irreversible.
Hasta ese momento, los goles de Briasco y Rojas, en el marco de una ráfaga de fútbol de cuatro minutos, entre los 18’ y los 22’, que le dio un poquitito de brillo a un trámite donde se prestaban el protagonismo y el duelo no remontaba vuelo.

Pero la Academia fue de menor a mayor y el cabezazo goleador de Alcaraz después del centro preciso de Piovi desde la izquierda, premió la supremacía en la cancha e inmediatamente encendió a la tribuna de Boca y trasformó al campo de juego en un campo de batalla.
El último campeón perdió, sumado jugadores de campo y suplentes, a Varela, Villa, Frank Fabra, Luis Advíncula, Darío Benedetto, Carlos Zambrano y Hugo Ibarra. Racing se quedó si Carbonero, Alcaraz y Jonathan Galván.
Un cierre de temporada, que en lugar de subirle el precio a lo mejor del fútbol argentino, metió el cartelito de “liquidación” y le bajó la persiana al 2022, con postal de escándalo.

Cuando Tigre empezó a quedarse sin nafta, aceleró Racing y lo dio vuelta

Scroll al inicio