Una película que fija posición, sobre lo que Diego representa para el planeta: Dios del fútbol, palabra política y símbolo de rebeldía social.
Kusturica recopiló los sucesos más importantes de la vida de Maradona y toda su carrera como jugador. Filmada entre 2005 y 2007, la cámara de Emir se convirtió en testigo de la relación del 10 con Fidel Castro, Evo Morales y Hugo Chávez. Música de Manu Chao y Sex Pistols.